Adaptando el éxito veraniego de 'Los Refrescos': al llegar agosto, vaya, vaya... ¡tenis playa!. Este deporte, semidesconocido para el público en general tiene solera en España, sobre todo en Cataluña, donde tiene mayor arraigo. No se necesita más que una pala similar a las de pádel, una pista con dos campos de 8x8 metros, una red colocada a 1'70 de altura y una buena pareja con la que compartir buenos momentos mientras se hace un poco de deporte. Los italianos son los 'reyes del mambo' en esta disciplina, pero España poco a poco va ganando en adeptos.
Hay diferentes teorías al respecto, pero la más repetida nos muestra Torredembarra (Tarragona) como cuna del tenis playa en España. Dice la historia que hace 25 años los marineros de la zona empezaron a practicar un deporte hasta entonces inexistente en nuestro país. El día que no podían salir a faenar, se juntaban en la playa con dos palas de madera y disputaban una especie de partido de tenis sobre un tapete de arena. Desde entonces, este entretenimiento se fue expandiendo e incluso se oficializó. Como muchos deportes, ha evolucionado en todos sus aspectos, pero la esencia, el entretenimiento, sigue siendo el pilar básico.
Hace unos años, el tenis playa se jugaba en una pista de dos campos de 10x10 metros separados por una red colocada a 1'85 metros de altura; se usaban raquetas de pádel y pelotas de tenis y los partidos se disputaban al mejor de 3 ó 5 sets con el mismo tanteo que se utiliza en el tenis. Esto ha ido variando y en los últimos años, se ha querido ir adaptando y unificando el sistema de reglamentación al europeo. Ahora se juega en una pista con dos campos de 8x8 metros separados por una red colocada a 1'70 metros de altura; se utilizan palas más finas y pelotas con menos presión, lo que hace que sea más manejable, y los partidos se han reducido a un set de nueve juegos con tie-break.
Hace unos años, el tenis playa se jugaba en una pista de dos campos de 10x10 metros separados por una red colocada a 1'85 metros de altura; se usaban raquetas de pádel y pelotas de tenis y los partidos se disputaban al mejor de 3 ó 5 sets con el mismo tanteo que se utiliza en el tenis. Esto ha ido variando y en los últimos años, se ha querido ir adaptando y unificando el sistema de reglamentación al europeo. Ahora se juega en una pista con dos campos de 8x8 metros separados por una red colocada a 1'70 metros de altura; se utilizan palas más finas y pelotas con menos presión, lo que hace que sea más manejable, y los partidos se han reducido a un set de nueve juegos con tie-break.
Llegó a tener un circuito por diferentes comunidades, pero al perder el patrocinio que lo sustentaba, el papel de la RFET ha quedado relegado al Campeonato de España que se disputa cada año. En Cataluña sin embargo, el seguimiento sigue siendo fuerte y se disputa un circuito local formado por 17 pruebas. También se puede disfrutar del Masters Nacional, donde las 8 mejores parejas del año se juegan el título en Sitges y las pruebas internacionales. La temporada de tenis playa suele ir del mes de junio al mes de octubre, si bien cada año abarca más días. En España existen tres modalidades de competición (dobles masculino, dobles femenino y dobles mixto), aunque más allá de nuestras fronteras también se puede ver la disciplina individual.
Ivan Mestres es un catalán de 37 años y a pesar de aparecer como primer español en el ranking de la Federación Internacional de Tenis (ITF), en el puesto 19, dice ser "muy normalillo". Comenzó en el tenis playa de casualidad, pues es tenista y profesor de tenis en el Club de Tenis Cubelles. Un día viajó a Torredembarra para probar junto a su compañero y amigo Jaume, y desde entonces dice sentirse "enganchado". Ivan es consciente de que España no es un país donde tenga mucho tirón, sobre todo si lo comparas con la expectación que tiene en el 'país de la bota'. "Aquí apenas tenemos licencias y la práctica del tenis playa la debemos fomentar desde los clubes a nuestra cantera. En otros países como Italia se lleva practicando de manera oficial desde hace 15 años, tienen 3 federaciones diferentes, más de 3.000 licencias expendidas y playas con más de 40 pistas; para ellos es el deporte de moda...". Que los 18 primeros del ranking ITF sean italianos, por tanto, no es una casualidad.
Otra gran diferencia entre el tenis playa y el tenis convencional es el impacto económico. "¿Ganar dinero? (Se ríe). Ni mucho menos. Sólo puedes ganar dinero con el Masters y las pruebas internacionales y la cantidad que ganas nunca supera los 400 euros. En el resto de campeonatos, el campeón se lleva un obsequio por parte del patrocinador de turno y una copa", nos relata Ivan. "La Federación, además, tampoco te ayuda mucho. Al campeón de España le pagan el viaje al Campeonato del Mundo y poco más", añade.
Ivan lleva jugando en serio desde 2004 y depende del físico cuando colgar la raqueta. "Con el sistema de juego de antes, los partidos podían durar dos horas y acababas con 'rampas'; ahora se sufre menos y un partido igualado al máximo puede llegar a los 40 minutos", reseña Mestres, quien suele formar dupla con Gerard Rodríguez -en dobles masculino- y Patricia Colomina -en doble mixto-. "Existe un código de conducta no escrito que dice que no se puede sacar fuerte o tirar al cuerpo de las féminas, pero como en todos los sitios, hay gente que no lo respeta", dice este catalán, que se despide de MARCA.com con un "nos vemos en la playa, nen".
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